Probióticos y prebióticos
- Ana Gabriela Garcia Alatorre
- 24 nov 2021
- 2 Min. de lectura

Para este tema, primero, comencemos con la base…
Si tu intestino tiene un funcionamiento óptimo, es por que conviven en equilibrio poblaciones de bacterias beneficiosas (bifidobacterias, Lactobacillus, E. coli no patogénica) con otras bacterias no tan buenas o patógenas (E. coli hemolítica, Clostridium perfringens, Campilobacter, Listeria).
Desde nuestro nacimiento, las primeras bacterias que habitan nuestro aparato digestivo son E. coli y otras del género Lactobacillus (especies aeróbicas), posteriormente llegan especias anaerobias, mencionando algunas como Bacteroides, Clostridium, Eubacterium y Bifidobacterium.
Para hacerte una idea, la microflora intestinal está formada por 100 billones de bacterias de aproximadamente 400 especies distintas, y nuestro intestino alberga el 90% de las bacterias de nuestro cuerpo.
Ahora bien, cuando existe un desequilibrio en la microflora se pueden desarrollar desde enfermedades ligeras como la diarrea, hasta enfermedades importantes como problemas autoinmunes y cáncer.
Para prevenir esto, es importante apoyar nutricionalmente a nuestras bacterias intestinales favorables con probióticos y prebióticos.
Probióticos
Los probióticos son alimentos o complementos que contienen bifiobacteria y lactobacillus vivos que mantienen o mejoran las bacterias «buenas» (microbiota normal) del cuerpo. Suelen encontrarse en alimentos como el yogurt, kefir, la kombucha y el chucrut.
Los probióticos protegen contra los agentes patógenos a través de diferentes mecanismos como:
La colonización del intestino para evitar que los agentes patógenos se adhieran al tejido intestinal.
La producción de metabolitos, como las bacteriosona y el ácido láctico, que inhiben el crecimiento de los agentes patógenos.
La competición con los agentes patógenos por conseguir nutrientes esenciales.
La estimulación de respuestas inmunes.
Prebióticos
Los prebióticos son fibras indigeribles de los alimentos que se metabolizan o fermentan mediante las bacterias beneficiosas del intestino, de ahí que promuevan su multiplicación. Estos ayudan a alterar beneficiosamente el equilibrio de la flora intestinal y promueven la salud del sistema inmunológico . Los probióticos los puedes encontrar en la avena, que contiene betaglucano, en la manzana, que contiene pectina y en alimentos con oligosacáridos indigeribles como la cebolla, la alcachofa y la banana.
Beneficios
Los probióticos se utilizan en cuadros diarreicos, intolerancia a la lactosa, estimulación del sistema inmune y alergias.
Los prebióticos se administran para estimular el crecimiento y función de los probióticos, consumiéndose en caso de mala digestión, intolerancia a la lactosa producida por lactobacilos, que impiden que esta llegue sin digerir al intestino grueso o para ayudar en la reposición de la microbiota, después de haber sido eliminada por cualquier causa, entre ellas el tratamiento con antibióticos y las diarreas infantiles producidas por rotavirus.
Hoy en día, puedes encontrar diferentes simbióticos que combinan bacterias probióticas y prebióticas, los cuales te ayudarán a favorecer el crecimiento de detreminadas bacterias benéficas en tu intestino. Pero recuerda que cuentas con alimentos y fermentos naturales que te ayudan a lograrlo y son igual de efectivos.
Fuentes:
https://www.elsevier.es/es-revista-offarm-4-articulo-alimentos-prebioticos-probioticos-13061800
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